martes, 22 de marzo de 2011

Los 5 principios básicos del aislamiento acústico

En anteriores posts hemos aportado distintas recomendaciones y detalles constructivos para una correcta ejecución desde el punto de vista del aislamiento acústico.

Todas las técnicas empleadas para conseguir un adecuado nivel de aislamiento acústico se basan en una serie de principios físicos que a continuación desarrollamos.

Principio 1: Masa

El primer principio del aislamiento acústico es la masa del cerramiento, la cual actúa en el sentido de dificultar la transmisión directa del ruido al producir oscilaciones más débiles del elemento de separación.

El efecto de doblar la masa del cerramiento es un aumento de 6 dB del nivel de aislamiento acústico. Así para requerimientos elevados de aislamiento resulta impracticable emplear únicamente esta estrategia al obtenerse cerramientos excesivamente pesados.

Principio 2: Desacoplamiento mecánico

En la transmisión del ruido desde un local emisor a otro receptor intervienen distintas vías o caminos de transmisión.

El principio del desacoplamiento mecánico se basa en inhibir la transmisión del sonido por las distintas vías o caminos mediante el empleo de soluciones constructivas multicapa y elementos auxiliares.

Algunos ejemplos de este principio son los cerramientos de doble hoja con cámara de aire interior, el empleo de bandas desolarizantes, etc..

Uno de los aspectos a tener en cuenta sobre el desacoplamiento mecánico es que es dependiente de la frecuencia de la onda sonora incidente, existiendo determinadas frecuencias (frecuencias de resonancia) a las que el aislamiento es prácticamente inexistente.
El desacoplamiento mecánico es muy efectivo, pero deben tenerse en cuenta las frecuencias de resonancia en el diseño.

En la siguiente figura se puede observar la mejora conseguida mediante desacoplamiento mecánico en tabiques de yeso laminado.


Principio 3: Absorción 

Instalar un material absorbente en el espacio vacío de una pared o techo aumenta las pérdidas de energía de la energía sonora que la atraviesa.
Por otro lado el empleo de este tipo de materiales disminuye la frecuencia de resonancia del conjunto de elementos desacoplados mecánicamente.

Un aspecto a tener en cuenta sobre el empleo de materiales absorbentes es su pérdida de efectividad a bajas frecuencias.

Cabe señalar que el problema del aislamiento acústico no se resuelve únicamente empleando materiales absorbentes ni aumentando la densidad del material empleado.

Principio 4: Resonancia

Este principio actúa en contra de los tres anteriores facilitando al sonido atravesar el cerramiento. A las frecuencias de resonancia hasta un cerramiento desacoplado mecánicamente y con material absorbente en su interior vibra libremente facilitando el paso de la energía sonora.

Las dos mejores estrategias para eliminar el fenómeno de la reonancia son:

- Atenuar la resonancia: reduciendo el efecto de la  resonancia y la energía sonora transmitida. El empleo de materiales compuestos a base de láminas viscoelásticas permite atenuar el efecto de la resonancia.
- Mover la frecuencia de resonancia: el contenido en frecuencia de los ruidos que se dan habitualmente en el interior de los edificios no suele presentar frecuencias inferiores a los 100 Hz, por tanto se debe intentar que la frecuencia de resonancia se encuentre presente a la frecuencia más baja posible. Por otro lado el oído humano es menos sensible a este rango de frecuencias que a otras más elevadas.

Principio 5: Conducción

El último principio del aislamiento acústico es la conducción. El ruido se transmite desde un recinto emisor a otros recintos emisores por caminos distintos al de la propia partición que los separa, es la conocida como transmisión por flancos o transmisiones indirectas.


Este mecanismo de transmisión es especialmente relevante en la transmisión de ruidos estructurales.

Para reducir los ruidos transmitidos por conducción se puede actuar de distintas maneras:

- Mediante discontinuidades mecánicas que rompan determinadas vías de transmisión.
- Aumentar la amortiguación de la propia estructura.

Una estrategia muy efectiva es el tratar las superficies del recinto emisor de manera que el ruido quede amortiguado en el propio recinto en el que se genera.

En determinadas ocasiones la mejora de aislamiento acústico de una partición no se puede conseguir mediante el tratamiento del propio elemento separador, si no que la única vía es evitar las transmisiones indirectas.